Francis Ortiz Crea Design Mis Cámaras Preferidas Canon EOS 500D

la Canon EOS 500D dispara 20 fotos por segundo

Ramón Peco.- La revista Esquire publicaba recientemente en su portada una foto de la actriz Megan Fox obtenida a partir de un frame de vídeo. Su autor, el fotógrafo Greg Williams, es uno de los profesionales que están trabajando con una técnica mixta en la que las fronteras del vídeo y la fotografía se diluyen. Basta con echar un vistazo a su álbum de fotos en movimiento. Nosotros también hemos querido experimentar con esta técnica, aunque con medios más modestos.

Para la portada de Esquire, Williams utilizó una cámara de cine profesional Red One capaz de filmar 30 fotogramas por segundo de más de 10 megapíxeles en formato 16:9. Cada una de esas imágenes es susceptible de convertirse en una fotografía.

Esto supone multiplicar por cinco el número de píxeles que es capaz de captar la Canon EOS 5D Mark II, la réflex que permite capturar vídeo con más calidad de todas las que a día de hoy se comercializan.

© Hearst Communications

Megan Fox tuvo el honor de protagonizar la que probablemente haya sido la primera fotografía de portada de una revista sacada de un frame de vídeo.

Evidentemente, se trata de dos máquinas muy distintas. Ambas permiten filmar vídeo y realizar fotografías y ambas ponen en entredicho la clásica distinción entre imagen dinámica y estática.

Pero un abismo las separa. La clave está en lo estrictamente conceptual -y en el precio, claro. Mientras que la EOS 5D Mark II ha sido vendida a bombo y platillo como una cámara híbrida capaz de hacer indistintamente fotos y vídeos, la Red One es una máquina de cine digital con la que un fotógrafo ha tenido la ocurrencia de usar uno de sus fotogramas como una fotografía estática. Pura ingeniería inversa.

30 fotos por segundo

El gran problema de la Red One para trabajar como cámara de fotos son las velocidades de obturación. En su modo de más alta calidad, 4K, la Red One captura imágenes con una velocidad de sólo 1/30 de segundo; en el modo 3K la velocidad aumenta a 1/60, y con una resolución de 2K -similar a la de la filmación de vídeo Full HD de la EOS 5D Mark II- puede usar velocidades de obturación de 1/120.

También es un problema el formato panorámico de las fotos que capta. Que Megan Fox aparezca en vertical y sobre un fondo blanco no es casualidad.

Algunos profesionales ansían que las

fronteras entre el vídeo y la fotografía

caigan de una vez por todas

Pese a todos los peros técnicos, el hecho de que el experimento se haya realizado habla de la impaciencia que existe ante este nuevo lenguaje híbrido. Algunos profesionales ansían que las fronteras entre el vídeo y la fotografía caigan de una vez por todas.

Las posibilidades son muchas. Las dudas ante este fenómeno, también. ¿Pasará el fotógrafo a desempeñar las labores de un cámara de vídeo? ¿Se convertirá el editor gráfico en una pieza clave a la hora de seleccionar las fotografías decisivas de un metraje?

En el terreno de los aficionados estas dudas se diluyen. A casi todo el mundo le gusta tener una máquina con la que hacer fotos y vídeos de buena calidad. Cámaras como la Panasonic Lumix DMC-GH1, la Pentax K-7, la Canon EOS 500D, lasNikon D90 y D5000 y la jovencísima Olympus E-P1 vienen a demostrar que los aficionados demandan equipos que sean capaces de congelar instantes, pero también de captar el movimiento y el sonido.

Nuestro propio experimento

Todas estas máquinas cuentan con la posibilidad de hacer fotos y filmar vídeo en alta definición, pero ninguna de ellas permite lo que la Red One: elegir de entre cualquier fotograma de un vídeo una fotografía. ¿O quizá si?

Hagamos nosotros también un poco de ingeniería inversa. Hemos decidido realizar un pequeño experimento casero: imprimir en una tienda de revelado uno de los fotogramas de 2,1 megapíxeles que es capaz de filmar la EOS 500D.

Esta cámara, al filmar vídeo, capta 20 fotogramas por segundo con una resolución de 1920 x 1080 píxeles. O lo que es lo mismo: es capaz de captar 20 fotos por segundo con esa resolución y una velocidad de obturación de 1/20.

Canon EOS 500D

La ultraveloz EOS 1D Mark III es lo más parecido a una cámara de vídeo haciendo sólo fotos, pues dispara ráfagas de 10 fotos de 10 megapíxeles por segundo, con cualquier velocidad de obturación y con un límite de 110 imágenes en JPEG.

En fotografía esta calidad parece irrisoria, superada, pero esos 2 megapíxeles igualan lo que ofrece la cámara del primer iPhone, que es la cuarta más popular entre los usuarios de Flickr (Apple acaba de dotar con una cámara de 3 megapíxeles a su nuevo iPhone 3G S).

Buena prueba del juego que dan esos 2 megapíxeles son las fotografías de Nueva York del fotógrafo Greg Schmigel. Las toma con un iPhone y vende sus copias con un cuidado acabado en papel Fuji Crystal Archive en un tamaño de 12,7 x 17,8.

Apple iPhone 3G

Pues bien, hemos realizado nuestra prueba captando un vídeo de 5 segundos con una EOS 500D en su modo de "falso" Full HD (sólo toma 20 fotogramas por segundo, en lugar de los 24 que marca el estándar y de los 30 que capta la EOS 5D Mark II).

Esos 5 segundos nos proporcionan 100 fotogramas, 100 fotografías en potencia. Hemos realizado la toma sin trípode a propósito, para ver hasta qué punto podríamos recuperar con garantías algunos de los fotogramas teniendo en cuenta que trabajamos con una velocidad de obturación de sólo 1/20.

En lugar de recurrir a un software sofisticado para capturar el fotograma que nos interesa, hemos usado al archipopular catalogador Picasa, que en su versión 3 permite convertir una imagen de cualquier vídeo en una foto JPEG de idéntica resolución. Lo cierto es que nos ha costado encontrar un fotograma de cierta calidad, pues tal y como nos temíamos, la velocidad de obturación es demasiado lenta.

El frame utilizado para el experimento, tal y como salió de la cámara. Haz clic en la imagen para abrirla en su tamaño original.

O bien tenemos un pulso a prueba de bombas o bien es necesario filmar un motivo estático con trípode para obtener fotos con garantías con el vídeo que proporciona esta cámara.

En la prueba que hemos realizado "sólo" unos 8 fotogramas tenían calidad suficiente para poder ser impresos. Finalmente, nos hemos decantado por uno de ellos y lo hemos llevado a la tienda a imprimir sin pasar por ningún programa de retoque.

Una vez en el establecimiento, hemos solicitado dos copias con un nivel de calidad estándar: una de 10 x 15 centímetros y otra de 15 x 20.

Las dos copias obtenidas a partir de los fotogramas del vídeo capturado con la EOS 500D.

Con cierta emoción al entregarnos las fotos, hemos comprobado que, como era de esperar, la copia de 10 x 15 tenía calidad más que suficiente para estar en cualquier álbum. En el caso de la copia de 15 x 20, la imagen no está del todo mal si no somos muy exigentes.

Dicen que la tecnología es neutra, pero no así los usos que hacemos de ella. Recurriendo a este experimento algo malévolo hemos constatado que el momento en el que una película ya no es otra cosa que una sucesión de fotografías ya ha llegado. Cada vez será más difícil que al aficionado y al profesional se les escape el instante decisivo.