Cómo obtener buenos resultados en fotografía de retrato

Pocos objetos son tan preciados como los retratos de amigos y familiares queridos. Después de todo, un retrato de calidad es más que una simple fotografía; es una imagen en la que se pretende captar la esencia de la personalidad del individuo.

Si intentamos realizar retratos por nosotros mismo, enseguida descubrirás que no se trata sencillamente de mirar por el visor de la cámara y disparar. La razón es que un buen retrato no solo depende del modelo, sino también de la iluminación, el fondo, la composición, la pose, la expresión facial y el color... un montón de circustancias.

Aun así, si tienes cámara fotográfica y estás dispuesto a aprender unas cuantas técnicas básicas, puede conseguir retratos satisfactorios siguiendo algunos consejos:

• ¿Cuál es el secreto para lograr que alguien sonría frente a la cámara? Asegúrate de que tu modelo esté de humor para ser retratado. Supongamos, por ejemplo, que deseas fotografiar a una niña. Si está cansada o hambrienta, será difícil obtener buenos resultados. Además, la fatiga le causará tensión en el rostro y los ojos, lo que desmerecerá el retrato. Por consiguiente, sugiérele que duerma un poco y que tome un bocado antes de comenzar la sesión fotográfica. También ayuda comunicarse con la persona. Muestráte optimista y jovial. Dále conversación para que se relaje, pero no trates de que se desternille de risa, pues se le entornarán los ojos y su rostro se enrojecerá. Retrata diversas expresiones faciales.Cuantas más fotografías tome, más posibilidades tendrá de captar la apariencia que mejor caracteriza al sujeto.

• ¿Qué debo tenerse en cuenta respecto a la ropa y el acicalamiento? En los retratos de grupo hay que procurar la armonía cromática. Si, por ejemplo, vas a fotografiar a una familia, sugiereles que todos lleven colores compatibles o de una misma gama. Recuerda, no obstante, que a las personas corpulentas les favorecen los colores oscuros, mientras que a las delgadas, los claros. Presta atención asimismo a los detalles: ¿Cae bien la ropa, sin apenas arrugas? ¿Está derecha la corbata? ¿Está bien peinado el cabello? Tal vez no veas pelos sueltos, pero la cámara sí los captará. Si el modelo es una mujer, ¿tiene bien aplicado el maquillaje?

• ¿Qué hay que hacer cuando la persona lleva lentes? Las lentes pueden presentar problemas a causa de los reflejos. En primer lugar, mira a través del visor para comprobar si se producen reflejos no deseados. Si es así, indica al sujeto que gire la cabeza lentamente hasta que el reflejo se desplace del centro del ojo hacia el exterior o desaparezca. Bajar la barbilla ayuda en algunos casos, pero ten cuidado de que no se forme papada.

• ¿Es importante el fondo? Sin lugar a dudas. Un fondo repleto de cables de alta tensión, carreteras o automóviles restará belleza a la foto. De modo que elije un fondo que realce o añada interés al modelo, como por ejemplo, un árbol, un arbusto en flor, una valla de madera o incluso la pared de un viejo granero.

• ¿Qué se puede hacer para tomar retratos en interiores? Prueba a sentar al sujeto en una silla o un sofá colocados delante de una pared de color pálido o una planta de interior. Los retratos en los que se ve al individuo trabajando o enfrascado en su pasatiempo o actividad favoritos —con un banco de trabajo, un escritorio o material de costura en el fondo—, tienen un atractivo especial.



• ¿Qué puedo hacerse cuando no se encuentra un fondo bonito? Prueba a desenfocarlo. Este método, sin embargo, funciona mejor en los retratos realizados en exteriores, donde se puede colocar al sujeto a cierta distancia del fondo. El desenfoque se consigue ajustando el diafragma, es decir, la abertura del objetivo. Una abertura moderada (como por ejemplo, f/5,6) permitirá enfocar nítidamente al modelo, pero difuminará el fondo.



• ¿Qué se puede decir de la composición? En primer lugar, es conveniente utilizar trípode; de ese modo puede uno concentrarse más en la composición. Los retratos suelen ser de cuerpo entero, de medio cuerpo o primeros planos (cabeza y hombros o solo cabeza). Los objetivos idóneos para retratos son los de 105 a 150 milímetros. Si no puedes ajustar o cambiar el objetivo de la cámara, intenta acercarte más al modelo, o bien alejarte, hasta que obtenga la imagen deseada. Por cierto, es prudente que en el momento de encuadrar la imagen dejes espacio alrededor del modelo. Luego ya cortarás lo que sobre, pero si falta no hay solución, todo depende de las dimensiones del marco de la fotografía. Una sugerencia práctica es seguir lo que se llama la “regla de los tercios”, que consiste en colocar el rostro o los ojos del sujeto a un tercio de la distancia comprendida entre el borde superior, inferior o lateral del retrato y el borde opuesto. No obstante, a veces se obtienen buenos resultados situando los ojos en el centro de la imagen.

• ¿Qué hacemos en cuanto a la pose? Ubica al sujeto frente a la cámara en una postura relajada, ya seasentado, de pie o apoyado, y levemente girado hacia un lado. Si el rostro parece demasiado redondo, indícale que vuelva un poco la cabeza o el cuerpo de manera que la luz ilumine solo la mitad de la cara. El lado que se mantiene en sombra debe ser el más cercano a la cámara para que el rostro parezca más delgado. Pero si desea producir el efecto contrario, haz que el modelo gire la cabeza o el cuerpo hasta que la luz le ilumine todo el rostro. Fíjate de forma especial en las manos. Deben parecer relajadas y estar en una posición que resulte natural para el sujeto, como por ejemplo, descansando suavemente sobre la barbilla o un lado de la cara. Si la persona está de pie, evita el error común de retratarla con los brazos caídos a lo largo del cuerpo y las manos señalando hacia abajo. Es mejor que las manos sostengan algún objeto o que se apoyen en algo con naturalidad.


• ¿Y los los retratos de parejas? Haga que inclinen la cabeza ligeramente el uno hacia el otro. Por lo general, es preferible que no se coloquen a la misma altura. Prueba a colocarlos de forma que los ojos de uno estén nivelados con la nariz del otro.


• ¿Cuál es la mejor hora del día para tomar fotografías en exteriores? El atardecer. El aire normalmente está más calmado y el tono de la luz es más cálido. Sitúe a su amigo de manera que la luz solar le ilumine un lado del rostro y solo se vea un triángulo de luz en el lado no iluminado. De esta forma evitará que entrecierre los ojos. Si desea retratarlo de perfil, coloca la cámara en el lado en sombra de la cara. A propósito, recuerda que debes impedir que el sol dé directamente en el objetivo si te estimas tu equipo.


• ¿Qué puede hacerse si la luz es demasiado fuerte? Prueba a colocar a tu amigo de espaldas al sol.

• ¿No quedará su cara en sombra? Sí, pero puede valerse del flash para iluminar las zonas sombreadas. Algunas cámaras lo hacen automáticamente. Otra solución consiste en utilizar a un amigo como ayudante, el cual puede sostener un reflector o un cartón blanco grande para reflejar un poco de luz solar difusa en el rostro del sujeto.


• ¿Y en cuanto a la iluminación en interiores? Puede aprovecharse la luz natural situando al modelo junto a una ventana de la cual penda un visillo que difumine la luz. Si es necesario, emplea un flash de relleno o un reflector de cartón para aclarar las zonas de la cara que parezcan demasiado oscuras.



• ¿Y si la luz natural resulta insuficiente? En ese caso tendrás que usar el flash. Coloca al sujeto al lado de una pared blanca. Inclina el flash para que la luz rebote en la pared. Al recibir la luz lateralmente podrás controlar mejor las partes del rostro que se iluminan.



Algo que debemos reconocer es que no vas a obtener buenos resultados al primer intento. Pero los principios básicos de la fotografía de retrato son sencillos. Con una cuidadosa planificación y buena atención a los detalles, hasta con la cámara más sencilla puedes realizar un buen retrato que tanto usted como tus seres amados valoren por muchos años.